miércoles, diciembre 01, 2004

El brillo solar

El año pasado, mas o menos a estas alturas, estaba tan deprimido que no sabía como canalizar mis intensas y lúgubres emociones. Ya estaba entrenando para el inminente viaje a playa Ventura, así que no era un problema de energía contenida, pero tiempo me sobraba, siendo que ya no estaba llendo a la escuela y ya no podría ir... pues había reprobado todos los exámenes del segundo parcial por ausencia, igual que ahora. Pues estaba tán desesperado por que mi vida cambiara, que en algún momento se me ocurrió: ¿Cómo sería mi vida si fuera ciego? y por supuesto, llegaron a mi mente todos aquellos recuerdos en los que los adultos me decían: "no mires al sol, te puedes quedar ciego". Pues bien, es un buen momento para hacer un cambio en mi vida, pensé, pues tampoco estaba muy convencido de quitármela, así que me recosté en el piso de mi cuarto, cerca de la ventana desde donde entraba el sol. Eran como las 11 de la mañana, y miré el sol, esperando quedar ciego. Puedo decir que es algo doloroso, con la luz, los ojos se secan y es una sensación a la que no estoy acostumbrado, pero además, después de algunos minutos, comencé a distinguir las manchas solares. El piso estaba muy duro y mirando el disco solar directamente me hacía sentir muy incómodo, los minutos pasaban lentamente, así que acerqué mi reloj para ver si no era que sencillamente me estaba aburriendo demasiado. Después de 40 minutos me tuve que rendir, no había sucedido como yo quería, y me ardían mucho los ojos, pero podía ver igual que siempre. Después de este fracaso, tuve que pensar en estrategias mas funcionales, seguras y rápidas.