domingo, enero 02, 2005

Carta a papá

Papá:

Escribir, como probablemente estas sospechando, es una de las herramientas con la que soy mas hábil, pues me ayuda a enfocarme aún cuando ceda a mi tendencia de dispersión.
Sé que estás preocupado y te aseguro que yo también. El viaje en bicicleta me ayudó mucho a tranquilizarme, lo cual considero esencial para poder pensar correctamente. Desde que regresamos de navidad estuve con la sensación de hablar contigo pero no tenía nada nuevo que decir, o al menos eso creía. Sí recuerdo que me habías dicho que éste año iba a ser bastante difícil, con León allá lejos... y se que has perdido la fe en mi.

Tal como te lo había dicho a principios de diciembre, el problema reside dentro de mi, no es la escuela. Incluso hubo una época en octubre en que sentí que tenía la vida perfecta: estudiante de tiempo completo con buenos maestros, materias interesantes y mucho afecto por todas partes. Para mi desesperación, no supe manejar adecuadamente el problema y fracasé en todas direcciones. Ahora sin embargo, tengo claro que vivir como zombie es una mejor estrategia que la que yo usé: la rectitud y honestidad hacia mi mismo es uno de mis principios inflexibles.

Si no me ves preocupado es porque no soy una de esas personas inquietas que se desesperan, dificilmente verás angustia en mis comportamientos o mirada, a menos que me conozcas demasiado bien. Rastreando el conflicto a sus inicios, podría afirmar que se inició alrededor de junio o julio del año pasado, cuando empecé a dejar de comer bien. Como es de esperarse, está todo inter-relacionado, y a pesar de haber pasado a través de distintas situaciones y etapas no pude resolver el problema por mis propios medios. La parte mas peligrosa fue hace unas semanas, cuando yo perdí la fe en mi, pero en el par de días en que fuí a la escuela y platiqué con mis compañeros, me dí cuenta de que hay al menos otras 3 personas con el mismo problema que yo, y, misteriosamente tienen los mismos problemas académicos que yo. Ya se, no me estoy justificando, lo menciono mas bien por el hecho de que no soy el único con ese problema, lo cual me hace sentir ya no tan solo.

El problema no está en la computadora, y mis comportamientos ermitaños no son mas que el efecto de lo que hay dentro de mi, aunque no conozco a nadie que pueda pensar a gusto en un ambiente que tiende a interrumpir. Ciertamente como tu dices, todo inició con un libro, aunque creo que te equivocas al pensar que vivo a través de la lectura, que hago como las viejas necias de vida vacía que ven una telenovela y la aplican a su vida. Fue mas bien la combinación de elementos que se dió en mí y que son el resultado de las influencias que he heredado de tí y de mamá. Tu eres una persona analítica y extremadamente aguda, aunque pocas veces te he observado filosofando, mamá me sembró el gusto por los libros desde temprana edad, y en algún momento en secundaria, mi parte filosófica salió a flote, probablemente te diste cuenta de la gente extraña de la que me rodeo desde entonces. Son gente como yo, que les gusta pensar y observar.

Fueron principalmente estos elementos los que me orillaron a llegar al pozo en donde estoy. El analizar todo e intentar extaer elementos valiosos de todo lo que me rodea lo heredé de ti y lo aplico desde prepa conscientemente, aunque probablemente desde antes inconscientemente. Desde esa época, libros, películas, conversaciones, situaciones, personas, pensamientos, etc. son un material muy interesante para mantener a mi mente trabajando en algo no ocioso, a diferencia de la gente común, que fácilmente se aburre y recurre a los vicios para entretenerse, yo no tengo flojera de pensar, y creo que usualmente las conclusiones a las que llego si no el proceso mediante el cual lo hago me ayudan a ser mejor.

Hace algunas semanas estaba estancado y no era si no porque había llegado a conclusiones equivocadas y lo sabía. Fue entonces cuando decidí sacrificar mi orgullo y autosuficiencia e ir con un "especialista". El segundo día que fuí a la escuela, platiqué con mi maestra Adda, te he platicado de ella, es experta en programación, pero para mi sorpresa, también es "terapeuta". Obviamente me preguntó qué es lo que pasó conmigo y cuando le conté de una manera no muy extendida, se pudo hacer una buena idea de cual es el problema. Me preguntó sobre Esther (la doctora) y me dijo que estaba con una persona adecuada y con la competencia para ayudarme a resolver los "nudos" que tengo. Tanatología me sonaba, de hecho no hace falta demasiada cultura para saber que es una especialidad en psicología que trata de la muerte, ludoterapia sin embargo no me sonaba en absoluto, y me explicó que es otra rama que se especializa en la calidad de vida.

Fue toda una revelación saber que mi maestra favorita además de ingeniero es psicólogo, y al respecto de la escuela, definitivamente me gusta lo que estoy haciendo. Los resultados obtenidos (me siento repetitivo) no son debido a algo en relación con ella, pues allí me siento cómodo. Conozco a todos los administrativos (al menos a los que salen de su oficina de vez en cuando), a los maestros, a bastantes alumnos y sobre todo tengo a mis amigos, no creo necesario recordarte que no soy una persona extrovertida con facilidad para entablar amistades. Además, ya terminé el tronco común, el conocimiento directamente relacionado con lo que me gusta y con la razón por la que entré a la universidad está en las materias que estoy tomando. La etapa mas interesante y motivadora está comenzando y estadísticamente la gente que llega hasta aquí no tiene problemas para superar la penúltima etapa, por eso no creo que sea una buena idea cambiar de escuela ni de carrera.

Nadie puede caminar sin una superficie suficientemente firme y ése es mi problema, independiente de la gente a mi alrededor y del lugar. Mi idea es resolverlo lo mas pronto posible (el ideal sería antes de que finalice enero) aunque no quiero un parche como los que me pude confeccionar en ocasiones anteriores, pues el conflicto terminará resurgiendo. También quiero terminar la carrera, me sirve para la disciplina, autoestima y el futuro que tengo en mente... en caso de que no te acuerdes, quiero ser inventor y creo que no voy tan desencaminado. Estoy plenamente consciente del esfuerzo que haces por mantenernos a todos. Confío en que te hayas dado cuenta de que soy el que menos te pide (y cuando lo hago no insisto mucho, lo cual termina resultando en que se nos olvida a uno de los dos o a ambos) y lo hago así precisamente porque se el esfuerzo que haces para darnos todo lo que nos das.

Ya he pensado en que "me encierro" en mi cuarto y definitivamente tiene mucho que ver con la delimitación del espacio que nunca pude hacer pues no había tenido puerta. Cualquiera podía entrar a mi cuarto a cualquier hora y sin preguntar, ahora sin embargo, disfruto mucho poder estar a mis anchas en un lugar en el que es poco probable que sea interrumpido súbitamente, aunque los problemas de aislamiento acústico se hayan incrementado. Es probable que eventualmente me vaya acostumbrando a ello y termine por dejar la puerta abierta en algún momento del futuro. Bien podría irme a perder en desconocidos caminos solo para caminar, o mirar televisión, o muchas otras opciones, pero de todas las que tengo, incluído el deporte, le doy prioridad a la reflexión. Lo hago en mi cuarto debido a que no hay ruido y las pocas distracciones que hay ya aprendí a dominarlas. Por supuesto, el estar en un lugar determinado para un propósito definido le quita prioridad a las demás cosas, pero a pesar del desorden que has visto en mi cuarto, se donde están la mayor parte de las cosas y a pesar de todo, no está tan desordenado, son solo algunas cosas que están fuera de un lugar ideal y es fácil de arreglar, al menos ahora.

No se si se me haya olvidado mencionar algo, pero ya cumplí 2 horas escribiendo esta carta, así que mejor la imprimo y te la entrego.