miércoles, octubre 18, 2006

Carta a Sergio Valdivia Correa

Hola Sergio. Tengo mucho gusto en haber encontrado la página del almanaque de Desarrollo Personal. Mi caso es relativamente sencillo, aunque por el tiempo que tengo batallando con ello no creo haber encontrado la perspectiva correcta para atacar el problema.
Soy una persona tranquila, segura, inteligente, creativa, intuitiva, afectiva, casi siempre paciente etc. Practico afirmaciones regularmente de modo automático desde la infancia y sé que cuando abra la puerta mas mas profunda de mi ser encontraré varias llavecitas que me llevaran aquello que desconozco o que no es claro... sin embargo a la hora de intentarlo me evado y huyo. No entiendo por qué me saboteo y voy en contra de mis propios intereses conscientes. En los últimos 3 años he reprobado 4 semestres y me he sumido en la depresión a profundidades peligrosas, pero hasta ahora he salido bien de ello. Mi problema radica en que como lo mencioné anteriormente, no se cómo aplicar una solución. Se trata de la perseverancia, constancia, tenacidad. Para lo que me gusta soy excelente, rayando en la genialidad, pero para lo que no... bueno, simplemente no sobresalgo por falta de constancia e interes y en muchas ocasiones esto me acarrea problemas. Al tomarme un momento y enfocarme a esa parte de mi interior me da una decepción que se vuelve frustración y se transforma en angustia que luego crece tanto que me bloquea al punto en que dejo de hacer lo que la sensatez sugiere. Es la única emoción sobre la que tengo muy poco control, incluso sobre el enojo soy mas hábil.
Te escribo porque intuyo que puedes ser un apoyo muy importante en mi despegue y me gustaría que me aconsejaras al respecto en éste defecto de personalidad. Siento como si fuera el único lastre que me impide provocar esa reacción en cadena de autoperfeccionamiento que tanto deseo.
De antemano, te agradezco el tiempo que me puedas dedicar en una respuesta y espero que estes muy bien.

sábado, octubre 14, 2006

Al fin lo intenté. No estoy muy seguro de por qué, ni de cómo.

Al llegar el día de ayer por la noche no parecía que las cosas llegaran a éste punto, y aunque yo sabía que eventualmente llegaríamos aquí nunca supuse que sería tan pronto. A lo largo de la noche fajamos como en otras ocasiones: intensamente y dejando al tiempo transcurrir abstraídos en nuestro placer mutuo. El orgullo que me invade al ser capaz de complacerla es suficiente retribución para mi, pero no por eso apacigua el ardor de mis fantasías. El transcurrir de las manecillas crónicas era felizmente lento y no fue hasta muy entrada la madrugada que caímos en poder de Morfeo.

Serían algo así como las ocho de la mañana cuando despertamos y no recuerdo bien cómo salió a conversación el reto, pues eso era: un reto. La manera en que lo expresó estimuló mi naturaleza rebelde, aunque la parte racional se oponía debido a una posible manipulación por psicología inversa. Largos momentos me debatí bajo las fuerzas de esta dicotomía, hasta que no pude mas y le planteé la inconveniencia de expresar una opinión con esa sintaxis, lo que implicaba y lo que generaba en mí.

La sorpresa que ví en su mirada me convenció que no había esperado esa respuesta de mí, probablemente estimó mal la diferencial de los potenciales de miedo y emoción que hay en mi interior. Mas aún, su rostro pasó de la sorpresa a la incredulidad cuando le dije que había que enfrentar las emociones encarándolas, y después se transformó en miedo cuando me levanté para vestirme y salir a la farmacia.
Externó la inseguridad que mi reciente decisión le causaba mediante una miríada de preguntas y comentarios.

Era temprano, como las 9 y fracción y quedaría poco tiempo para la acción. Intenté no avergonzarme al pedirle preservativos en la farmacia a la sra. que me atendió, ella no hizo ninguna cara.
Camino de regreso muy tranquilo y seguro de mi mismo. Cuando entré me había enfriado (en ambos sentidos).
Ella no estaba en su habitación e intuí que había ido al baño. Hizo su aparición tal como la había dejado: en su grácil y bello estado natural (sin ropa).

Ya en la cama, la inhibición que pocos gramos de latex y envolturas nos inducía, era proporcional a la inseguridad que sentíamos y completamente opuesta a lo que hubiera sido de esperar... nos quedamos abrazados unos minutos, incapaces de iniciar algo que generaba tanto miedo así que le propuse que podríamos comenzar por hacer algo sencillo y que habíamos considerado muy peligroso como para atrevernos sin protección: fajar con contacto directo.

Obviamente la retribución sensorial nos excitó lo suficiente como para alocarnos un poco y hubo un accidente: me sacó el condón no estoy seguro cómo. Ella se asustó un buen pero me puse otro sin darle oportunidad a ponerme mas nervioso, ya con trabajos podía mantener la erección. Intercambiamos lugares varias veces, la situación podía considerarse casi cómica pues nos cansábamos en pocos minutos.

Continuamos con lo que nos habíamos propuesto, pero los diferentes intentos no dieron resultados. Por una parte, los nervios no me permitían alcanzar la rigidez suficiente, por otra a ella le dolía mucho cada vez que iba en la dirección correcta y no quería lastimarla. La única vez que estuve cerca de penetrarla si sentí su entrada en mi punta y fue agradable aunque sensorialmente difuso, impreciso, sin embargo...
el fracaso no impidió que le pudiera retribuir el miedo, la vergüenza y el dolor con mucho placer.
El tiempo se nos terminó y nos vimos obligados a abandonar la iniciativa original, posponerla para cuando hubiera mas tiempo, paciencia y circunstancias mas favorables. Ella tenía que irse a casa pues la esperaban a comer, mi caso no era muy diferente.

Ahora, varias horas después de sucedido no comprendo cómo es que no hay una revolución emocional. Yo esperaba, anticipaba, pronosticaba una inestabilidad generada por ello y no la hubo.

Nada ha cambiado en mí: mis sentimientos son los mismos, no miro a la gente de forma diferente
y para consuelo o humillación mía (aún no estoy seguro de cuál de los 2) sigo siendo virgen (a pesar de haber intentado dejar de serlo).
La perspectiva de que pronto eso cambiará me pone muy nervioso, pero no lo suficiente como para que huya despavorido, y lo que es peor: si ya lo pude enfrentar una vez, probablemente pueda volver a hacerlo.

Como soluciones se me ocurren muchas, y sólo para empezar mencionaría intentarlo con tiempo: hora y media no son suficientes para vencer todos los obstáculos de un primerizo.
Por supuesto que hay mas, y una de las propuestas que me llama la atención sería el Viagra, aunque por sugerencia de un desconocido de un foro, seleccionaría el Cialis que señalan ser mas efectivo.

jueves, octubre 12, 2006

Control emocional

Buah! No he sido capaz de controlar ese mounstruo emotivo que tanto me afecta. El no ser lo suficientemente competente para alcanzar mis metas mas importantes me afecta negativamente, me desespera, me deprime. Hoy en la mañana no podía conciliar el sueño. No por la ruidosa vecina que hace sus fiestas a cada rato, si no por los nervios, y por si fuera poco mi necia e ineficiente manera de resolverlo empeora las cosas: las desplaza, huye, lo pospone, lo ignora.

martes, octubre 10, 2006

Infidelidad

No entiendo muy bien cómo esta funcionando mi mente.
Hoy me invitaron a acompañarlas a comer Mariana y Rebeca. La conversación fue itneresante, picosita, jocosa, pícara. Parte del sazón fue que Rebe me echó el can de una manera sutil: al estar hablando de sexo y confesar sus pensamientos, me tomó a mi como ejemplo.
Hasta hace poco tiempo, pensar en situaciones sexuales con mujeres había sido un pasatiempo poco gratificante. Chaquetas mentales les llama mi tío Arnoldo y concuerdo con él que hay mejores maneras de aprovechar el tiempo, mejores manjares por los cuales babear. Desde que tengo novia sin embargo, ésto ha cambiado y no hayo porqué. Me da la impresión de que el hecho de tener novia estimula una viejísima parte expansionista ancestral que buscaba mas "dominio" una vez logrado el primero. Algo que parecía inconcebible por principio, la infidelidad, ahora invade mi mente. Estas ideas son desechadas inmediatamente, pero no comprendo por qué ahora que tengo novia es cuando vienen y no antes que estaba soltero. Lo interesante es que no vienen como idea de infidelidad, si no como estimulantes ideas-visualizaciones de situaciones sexuales con mujeres que conozco.
Hoy fue el epítome de estos "ataques", cuanod el ejemplo de Rebeca me hizo pensar en estar con ella y luego la plática de lo que Marianita hizo, me obligó a hacerme una idea de cómo se vería según sus descripciones y qué se sentiría estar con ella.
En fin, no son mas que pensamientos, y hago mi mejor esfuerzo por no permitir que proliferen y cambien mi comportamiento.